No hay día que no deseé, que no anhele su fragancia, sus besos, sus caricias, sus abrazos. Anhelo sus miradas, su voz, su mano con mi mano, sus palabras obscenas y sus palabras más bellas.
Nunca habría pensado que llegaría a depender de cosas tan simples pero sin ellas me volvería una demente, una adicta a un simple sms, a una llamada, a un comentario en el tablón e incluso una llamada perdida, cosas simples y tontas que me hace un poco más feliz día a día.
Que cosas más tontas tiene el amor, ¿verdad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario