martes, 22 de marzo de 2011

Ineedu

No hay día que no deseé, que no anhele su fragancia, sus besos, sus caricias, sus abrazos. Anhelo sus miradas, su voz, su mano con mi mano, sus palabras obscenas y sus palabras más bellas. 
Nunca habría pensado que llegaría a depender de cosas tan simples pero sin ellas me volvería una demente, una adicta a un simple sms, a una llamada, a un comentario en el tablón e incluso una llamada perdida, cosas simples y tontas que me hace un poco más feliz día a día. 




Que cosas más tontas tiene el amor, ¿verdad?

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